viernes, 11 de mayo de 2007

Planear o vivir

Que si la escuela, que si los trabajos, qué si hay que hacer algo en la casa.Hay ocasiones en las que deseamos no saber nada de nada, nisiquiera de nuestra existencia. Pero en algún momento de nuestra vida, nos hemos preguntado qué hacemos aquí y qué finalidad tenemos. Como decía un amigo, tendríamos que pasarnos toda nuestra vida buscando una respuesta. ¿Valdría preguntarnos toda la vida qué hacemos en este mundo, en este tiempo, en este preciso momento? Creo que sí, pero a un precio muy alto: no disfrutaríamos la vida si nos lanzamos sobre este proyecto, y peor aún si no encontramos la respuesta. Por ello, creo que lo mas recomendable es vivir al momento, al instante, porque a lo mejor nunca hallemos respuesta a estas preguntas. En algún momento dado, cuando seamos padres, abuelos o lo que sea en la edad adulta, lleguemos a una respuesta. Si no, pues chance y cuando muramos, allá en el “otro lado”, nos hagamos las mismas preguntas, pero encontremos respuestas más convincentes.


Por otra parte, la necesidad del ser humano de pensar, pues es algo más que común: es la cuestión de planear, organizar sus actividades, para “saber” qué es lo que puede ocurrir y en su caso, actuar. Este es una cuestión muy especial, por varias cosas: nuestra mente es una máquina mas que poderosa, es una entidad muy fuerte, pues tiene esa capacidad para hacernos creer muchas cosas: los sueños por ejemplo, nos hacen creer que vivimos lo real, aunque a veces dentro de ellos sabemos que no. Otro aspecto de estas “planeaciones” es la necesidad de tener el control de nuestra vida, de manejarnos a nuestro criterio, sin que la vida nos “guíe” en su caminar: no pues voy a estudiar y después a trabajar y después a casarme y….” etc, etc. Pareciera más una receta de cocina o quizá una lista de compras al mercado. Pero es nuestra vida la que estamos planeando. Creo importante la necesidad de saber las cosas que nos pueden pasar, con nuestra mente como computadora y herramienta, pues poder de alguna forma acercarnos lo mas posible a lo que de verdad pudiera ocurrir. Pero por otro lado, pues como que siento que nos volvemos máquinas al tratar de controlar nuestra vida. Digo, ¿acaso pretendemos formalizar todo mediante un sistema de letras y números que representen nuestro tiempo, el cual nos diga qué hacer y cómo hacer? Definitivamente no. Perderíamos nuestro sentido como personas, porque seríamos más máquinas.


Quizás se pregunten qué tienen que ver nuestra finalidad en esta vida, y nuestra capacidad de “controlar” nuestra vida. Creo que aplica para cada uno un caso particular, ya que cada quien es consciente de lo que tiene, de sus cualidades y sus defectos, que conllevan logros y fracasos, y además, cada quién es consciente de qué quiere, aunque no sea tan convincente. Algunos querrán riquezas y bienes materiales, a sabiendas de que lo material es solo temporal. Otros buscarán bienes espirituales y sentirse bien con ellos mismos y con los que le rodean. Y no faltarán quienes tomen un poco de cada cosa. Pero al final, aún con nuestra gran capacidad de análisis, sin un fin determinado, creo que estamos como un barco a la deriva, sin rumbo, sin destino, pero al menos está. Otros simplemente se hundieron, y pues no tuvieron la posibilidad de al menos ver algún punto donde anclarse. Ahora, si encontrásemos una respuesta a nuestras preguntas, si supiéramos lo que tendríamos que hacer, ¿lo haríamos?, ¿Seguiríamos al pié de la letra la receta de cocina? No estaríamos cayendo en que tanto control para llegar a nuestra meta, ¿nos volveríamos demasiado mecánicos, fríos?


Ojalá algún día, no se tenga que vivir así, pensando sobre qué hacer y cómo hacerlo, sino simplemente viviendo...

AUTOR
MRO

No hay comentarios.: